Las envasadoras dicen que la venta de Gas Licuado de Petróleo (GLP) o de uso doméstico se normalizará en 10 días.

Siete días después de que terminó el paro nacional, la ciudadanía aún debe madrugar y hacer largas filas para conseguir un tanque de gas de uso doméstico en provincias como Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Chimborazo y Azuay.

Esas provincias fueron las que más escasez de GLP, diésel y gasolinas registraron durante las protestas convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que terminaron el 30 de junio de 2022.

El 7 de julio, Juan Jiménez hizo fila durante cuatro horas para adquirir un cilindro de gas en una distribuidora ubicada en el sector de Cusubamba, al sur de Quito. Pero al medio día, el gas se terminó y no había certeza de cuándo llegaría más producto.

Unos 10 camiones distribuidores también esperaban en este centro de expendio, pero tampoco lograron abastecerse. Uno de los propietarios contó que la distribuidora le redujo el cupo, de 100 a 80 cilindros diarios, ante la falta de producto.

Laura Acuña de Nájera, directora de la Asociación Ecuatoriana de Empresas Comercializadoras de GLP (Asogas), explica que existe una demanda represada en algunas zonas del país, tras el paro nacional.

Hay ciudadanos que buscan más de un cilindro de gas por el nerviosismo ante la falta de producto que se vivió durante los 18 días de protestas, añadió.

A esto se suma que a las plataformas les toma varias horas la movilización del producto entre una provincia y otra.

Por todo esto, Acuña cree que el despacho de gas de uso doméstico recién se normalizará en 10 días.

Entre enero y mayo de 2022, el consumo de GLP promedió los 40.766 barriles diarios.

Por el paro, el consumo de GLP en el sector doméstico caerá 8% en junio, proyecta Asogas.

Despacho de gasolina es normal

La venta de gasolinas y diésel en el país se realiza con normalidad, según reportes de la Cámara de Distribuidores de Derivados (Camddepe).

Los despachos de combustibles para el sector automotor sufrieron una caída de 23% en junio de 2022 frente al mes previo.

Lo anterior es resultado del paro nacional de 18 días que bloqueó vías e impidió el normal transporte de los combustibles.

En junio se vendieron 123.169 barriles diarios de gasolinas y diésel premium; es decir, 32.121 barriles diarios menos frente a mayo.

Los despachos de la gasolina Extra registraron la mayor reducción entre mayo y junio de 2022, con una baja del 30%.

Le sigue el Diésel Premium con una disminución de 27% y la Súper con una caída del 24%.

La que menos cayó en término de despachos fue la Ecopaís, que se vende en las regiones Costa, Amazonía y algunas provincias de la Sierra, como Azuay.

“La caída de despachos de la Ecopaís no fue tan fuerte porque en la Costa no se registraron mayores problemas de escasez”, explica Oswaldo Erazo, secretario ejecutivo de la Camddepe.

Por los problemas en la comercialización interna de combustibles durante los 18 días de paro nacional, la petrolera estatal Petroecuador dejó de percibir USD 89 millones.

Producción petrolera se reactiva

La producción petrolera nacional sigue en proceso de reactivación, pero la recuperación de la operación de las principales refinerías del país no va al mismo ritmo.

Ecuador extrajo 481.267 barriles de petróleo el 6 de julio de 2022, es decir, el país alcanzó ya el 97% de lo que producía el 12 de junio, un día ante del paro nacional, que eran 499.005 barriles.

De 1.142 pozos petroleros que fueron apagados en medio de las manifestaciones, faltan reactivar 61. “Existen pozos que se quedarán a workover, porque no fueron apagados de forma técnica”, informó el Ministerio de Energía.

Los trabajos de workover son tareas especiales de recuperación de la producción petrolera, que incluso pueden incluir nuevas perforaciones.

La refinación va lenta

La Refinería Esmeraldas, que es la planta más grande del país, procesa una carga de 78.100 barriles diarios de petróleo; es decir, un 71% de su capacidad, que es de 110.000 barriles diarios.

El segundo complejo refinador del país, la Refinería La Libertad opera solo a un 2%. Esta planta, ubicada en la provincia costera de Santa Elena, tiene una capacidad de procesamiento de 40.000 barriles.

Shushufindi, la refinería más pequeña del país, trabaja al 100% de su capacidad, que son 20.000 barriles.

De acuerdo con los informes de la Agencia de Regulación y Control de la Energía, las terminales de despacho aún tienen combustibles almacenados que deben ser despachados antes de incrementar la operación en las refinerías Esmeraldas y La Libertad.